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Agnes b.: "Mientras haya ropa tan cara producida por gente que gana tan poco, esto no funcionará."

Por Herve Dewintre

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Moda

Hace diez años, en la feria Made in France celebrada en la Bourse du Commerce, Agnès Troublé, que jamás ha tenido pelos en la lengua, hizo esta observación: los fabricantes franceses y su “know-how” están desapareciendo porque las marcas solo buscan sacar el máximo provecho. La parisina nacida en Versalles aprovechó la oportunidad para apelar a las casas de lujo para animarlas a que produzcan más en Francia. Este ejemplo resume perfectamente la trayectoria profesional de esta decidida diseñadora que, mucho antes de que la palabra “sostenible” estuviera en boca de todos, trabajaba para implementarla plenamente a través de su marca agnès b. con ropa elegante y práctica diseñada para ser usada durante mucho tiempo.

Podríamos haber mencionado también el gusto de la empresaria por el vintage, por la ecología o su notable apoyo a los artistas. Sin ser nunca vengativa u oportunista, Agnès b. es la diseñadora comprometida por excelencia. Comprometida a largo plazo. Para celebrar la autoridad, la longevidad y la coherencia de una carrera que no tiene comparación en la moda francesa actual, Galeries Lafayette rinde homenaje a la diseñadora en su evento de regreso a clases llamado “Aujourd’hui et Demain Changeons De Mode” (Hoy y mañana cambiemos de moda). Un pop-up dedicado a la marca será presentado en el segundo piso de la tienda Coupole del 2 al 21 de septiembre. Entrevista.

¿Qué te llevó a comprometerse con una creación más responsable?

Agnès b.: Hace 17 años que mi hijo y yo compramos el barco Tara, precisamente para analizar todo lo que ocurre en los océanos, en los casquetes polares, todo lo que está mal. Ese es nuestro trabajo. No esperé al confinamiento. Creo que hay una legitimidad de la casa en relación con lo que Etienne y yo podríamos hacer, y yo personalmente también, como patrocinador de Tara. Es mi participación en la ecología, durante mucho tiempo.

Hoy en día, ¿qué está haciendo para cambiar la moda en tu profesión / industria?

Sabes que no me gusta nada la moda. Soy Agnes b.: No me gusta la moda, lo digo y lo repito. Así que no está cambiando la moda para mí, está cambiando mis hábitos, está cambiando mi pensamiento, está teniendo un reflejo. ¿Por qué tanta ropa? Empecé en la revista Elle porque sólo me vestía en los mercados de pulgas. Fui una de las primeras personas en vestirse en el mercado de pulgas con ropa que no era nada cara. Estaba generando miradas, así es como me di cuenta. La ropa de Agnes B., el overol, el mono, los hice en el 76, 77 y 78. Además de la ropa de trabajo, la chaqueta azul de trabajador con los pantalones a juego, etc. Creo que una pieza de ropa que es hermosa siempre permanecerá hermosa y de eso se trata mi trabajo. El material es bello, el corte es el mejor posible. Que podamos besarnos, levantar los brazos, bailar sin movimiento. Ese es mi trabajo. Está muy lejos de estar de moda después de todo. Una prenda de Agnes b. es muy ecológica, porque se mantiene en buen estado durante 40 años. Envejecemos más rápido que eso.

Y el día de mañana, ¿qué imaginas que será un cambio beneficioso para la sociedad (o para tu profesión)?

Sólo necesitamos más conciencia ciudadana, más conciencia en general. Porque mientras haya gente trabajando por tan poco dinero en artículos que se venden por tanto dinero, no funcionará. Así que es algo social, algo vital. Las personas que no ganan nada y trabajan 12 horas al día, incluyendo los niños, deben detener todo esto con urgencia. Debemos castigar a la gente que hace uso de esto. Mientras no haya un castigo, a nadie le importará, eso es lo que pienso.

¿Cómo impulsan estos desarrollos tu creatividad?

Todo estimula mi creatividad, incluyendo el confinamiento. De repente, al estar contigo mismo, empiezas a estilizar cosas, empiezas a hacer películas, empiezas a ensamblar cosas, empiezas a hacer historias con artistas. Nunca me aburro, jamás estoy aburrida. Mi creatividad se estimula porque intercambio con tanta gente que me gusta y miro a la gente en la calle. De hecho, todo estimula mi creatividad. Todo lo que se necesita es que dos ropas caigan juntas en el momento adecuado y veo dos colores que nunca imaginé que iba a juntar. Cosas como esa, por ejemplo.

¿Qué aporta la fuerza del colectivo a los cambios actuales y futuros?

Este colectivo ya ha de tener esta fuerza. Existe un colectivo. Amo el colectivo, amo el “nosotros”, amo “si hiciéramos eso”. La fuerza del colectivo es obviamente esencial.

Este artículo ha sido previamente publicado por FashionUnited.fr y traducido y editado por Belén Bednarski

Crédito foto: Hervé Dewintre

Agnès b
Galeries Lafayette